“MARCOS Y MAJANOS” Jer. 31:21 Marcos que nos limiten, nos indiquen salidas y entradas, y Majanos o Postes para ver de lejos el camino, anticipadamente, por donde vamos o debemos andar. ¿Cuáles serán nuestras “Señales” que indiquen el camino y nos guíen en él? Ciertamente, si uno mismo necesita ser orientado, no es uno que puede servir de Marco Referencial o Majano que dirima diferencias y las haga distinguibles entre sí. Propongo como Marcos a la Palabra de Dios, y como Majanos, a la guía del Espíritu en nuestra conciencia y en nuestra alma lavada y transformada por Dios. Estos Principios me los dio el Señor hoy cuando lloré en Su presencia por tantos desengaños con las hermanas con las cuales hablaba con el propósito de hallar la esposa que el Señor me la haya preparado para mí, y al depararme con personas cristianas sumamente complicadas que avanzan y “ponen freno de mano”, avanzan y retroceden, avanzan y luego se desvían. Utilizaré estos Principios por ahora tan sólo para ayudar a que hallemos la adecuada orientación divina en torno a la búsqueda de aparcero para el matrimonio, pero tales Principios también son válidos para cualquier otra situación en que genuinamente deseamos que el Señor nos guíe y guarde en Su camino: 1ª Corintios Seis y Siete: MARCOS: Marco 1: La unión en yugo desigual: 6:14: La igualdad aquí se refiere a creer en Jesucristo, ser justo y justificador, andar en la luz, no tener acuerdo con lo maligno (Belial es “Maligno”, “lo malo”, vil, inútil, indigno, en Sal. 41:8; Dt.13:13; 1ªSm.25:17-30:22). Marco 2: Las fornicaciones como causa: 7:2: Las fornicaciones (en plural) atraviesan casi cualquier asunto espiritual y humano. No se fornica solamente en lo sexual, también psicológica y espiritualmente de montón, casi sin que nos demos en cuenta si no permanecemos en El Espíritu. Verdaderamente las fornicaciones son una causa insoslayable.  Para no fornicar hay que prever y cuidar el Deber Conyugal; 3;  Para no fornicar hay que prever y velar que no surja la violencia; 4;  Para no fornicar, Sexo Sí, Oración también; 5. Marco 3: No quemarse con el don ajeno: 7-9: Si uno busca casarse, ojo con negarse al sexo matrimonial. Si uno quiere quedarse sin casar, ojo con fornicar sexualmente o andar masturbándose compulsivamente. Cualquier cosa que hagamos fuera del resguardo del don, es pecado y usurpación, infamia y sacrilegio, degradación y falsedad. Marco 4: Dios nos llamó a Paz: 13 al 16: Que cada uno se mantenga así como fue llamado: en paz y para paz. Una sola persona no tiene mucho que demostrar que es posible la paz, pero dos, no sólo que es posible demostrarlo, como que es parte del deber asumido vivir en paz. Donde no hay paz (la de Dios, no como el mundo la da…), no hay cómo haber matrimonio. No podemos juzgar la situación matrimonial o de divorcio de nadie. Sólo necesitamos saber si se busca la paz… y agradar al Señor. Marco 5: Somos Esclavos de Cristo: 17-24: Por un lado, un esclavo no hace lo que quiere, sino lo que quiere y desea Su Señor. Por otro, el esclavo se sienta a la mesa para comer luego de satisfacer a Su Señor, pero sí que se sienta a comer… En tercer término, si uno es esclavo, fue comprado por el dueño de uno; no nos pertenecemos y tampoco podemos hacernos esclavos de otro, por más que nos parezca que éste sea mejor señor. Marco 6: Vivir sin congoja: 29-35: Si uno es soltero o viudo, y anda acongojado, la Palabra aquí no nos recomienda orar para que nos pase la tristeza, sino casarse. Y si uno casado anda triste, tampoco es orando o apartándose del cónyuge en la misma casa, que perderá la tristeza… Dios no quiere que andemos acongojados; sí quiere que el casado no sufra, y que haga como si fuera soltero, sirviendo y amando al Señor, y que el soltero haga como si fuese casado, dedicándose a servir a alguna otra persona, en y por el Señor. Marco 7: Debe ser “en El Señor”: 39: Si uno tiene una relación con creyente cristiano, siendo de la misma fe, eso no significa nada. Sólo hace diferencia que el tal creyente sea justo y justificador, que ande en la luz y que no mantenga acuerdos con Belial. Cada uno de estos puntos da para un nuevo estudio profundísimo, pero bástemos por ahora tener esto en cuenta. ¿Quién comanda nuestra vida? EN EL SEÑOR implica necesariamente un andar con Jesús día y noche, no simplemente ser “creyente”. MAJANOS: 1. La unión en yugo igual: El yugo es para andar juntos, caminar, trabajar y convivir, cuidándose recíprocamente. Pero el yugo de la igualdad en Cristo empieza por la misma fe, sigue por la actitud de paz y para con lo conflictual, el andar en la luz de Dios y se completa en el acuerdo donde Belial no tenga parte alguna. 2. El peligro de las fornicaciones: fornicación es adulterio, falsificación, atajo, desvío; es aún peor que la falsificación, pues ésta, modifica todo, mientras que en la fornicación se aparenta con los mismos elementos y la misma materia prima original, y de la realidad. a) Hay que averiguar si la persona amada es realmente responsable en sus deberes. Si lo es en la vida individual, será también en la vida a dos. b) Informarse del carácter de la persona; si es susceptible al enojo, a la ofensa, pues, muchos son “cristianos” maravillosos ante los demás, pero unas fieras dentro de casa. ¡Cuidado con la violencia física! En esto, es doblemente necesario precaverse en la búsqueda de aparcero que sea divorciado, más cuando es una mujer la que busca a un hombre. Pues, donde hay divorcio, ciertamente hubo violencia en alguna medida y forma, y de una de las partes o de las dos. c) La persona que busca un consorte debe evaluar permanentemente lo que la otra habla e insinúa en cuestiones sexuales. No servirá abstenerse o privarse totalmente de estas cuestiones, de conversar sobre ello abiertamente, con madurez, pero se debe hacer con respeto y pureza de corazón. La vida espiritual o de oración es otro requisito indispensable, pero sin “desnudarse” entre ambos las verdades inherentes al matrimonio, no hay espiritualidad a dos duradera. Si el otro tiene dificultades para orar, fácilmente conducirá a su compañero por otros caminos que los alejarán de Dios, o tumbarán frente a la primera tentación. Quien va en el volante del matrimonio no puede distraerse por nada; debe ser uno que ora sin cesar, sino, no hay sexo que alcance ni vida espiritual que dure. 3. Quemarse con el don ajeno: Cualquier actitud, insinuación o demostración de querer volver atrás, a la vida de soltero, o con papá y mamá, o afirmando que mejor es haberse quedado solo o sola, o insinuaciones en la soltería de no estar dispuesto a “acomodarse” a otro, a convivir, a compartir, a repartir y dar lo mejor al otro, es señal de estarse utilizando el don “errado” o acariciándolo. 4. Llamados a la paz: Disposición a valorar, a preguntar y aprender, a corregirse, a reconocer lo bueno de la otra persona y admitir los errores y debilidades propias, son un Majano inconfundible de alguien que verdaderamente quiere vivir en paz y es pacificador. 5. Siendo esclavos de Cristo: El hombre y la mujer que piensan que cuando son agradados también el Señor recibe honra y gloria, están equivocados. Somos Esclavos de Cristo. Primero hay que agradar al Señor, después al cónyuge. Cuando una mujer demasiado pide que se le dé atención, la luz amarilla de la armonía se enciende (o uno puede concordar, y después en el matrimonio “sacarse los trapitos al Sol”, echando la culpa siempre al otro). La persona ideal para casarse con uno que verdaderamente tiene a Cristo en primer lugar en su vida, es aquella que potencia esta relación, y no la que se queja constantemente. 6. Viviendo sin congoja: Hay que ser sincero con uno mismo, y conocerse adecuadamente. Wachman Nee nos dice en uno de sus libros que nadie se conoce adecuadamente a sí mismo, sino es en la luz de Dios, y cita el Salmo que dice: “en tu luz, veremos la luz”, demostrando que uno mismo no puede servir de patrón para el análisis de uno y la apropiada valoración. También nos dice que “nunca vio alguien genuinamente útil en las manos de Dios, que no se conociera a sí mismo”. Conocerse adecuadamente, sirve para saber a ciencia cierta si uno debe o no casarse, y si uno debe o no aceptar acordar en una relación. Se espera que las personas adultas cronológicamente, y en lo espiritual, no pierdan tiempo ni hagan a las demás perder el suyo, para no aumentar tristeza en las personas. 7. “Con tal que sea en El Señor”: Nadie y ninguna institución humana debiera no complicar el re-casamiento, y el casamiento de solteros en la vida de la iglesia, como la iglesia misma. Si uno cumple con los Principios de Dios, y está verdaderamente en El Señor, la otra parte, también en El Señor, no debiera complicarse nada. No espere que un ángel baje del cielo para llevarle de la mano a su “príncipe azul” o “princesa”, ni imagine que Cristo va a bajar del cielo para guiarlo, porque Él ya bajó una vez, y no lo hará por causa de las teologías erradas y los intereses enfermizos de sus hijos. El deber de colocar delante nuestro MARCOS Y MAJANOS es nuestro, no de Dios. Pero recuerde: Marcos son para el inicio y la salida, y Majanos son para ir colocándoseles DURANTE nuestro caminar en la búsqueda que hemos emprendido, sin psicosis, y sin miedos. TITO BERRY Apóstol